Barcelona concita un interés como pocas ciudades en el globo. Turistas de todos los rincones del planeta confirman con su presencia el encanto que suscita. Barcelona se explica desde la emoción y se intenta resumir en diferentes adjetivos: mediterránea, cosmopolita, universal, apasionada, modernista, histórica… Emociona con tan sólo ser imaginada pero además la Ciudad Condal ofrece motivos suficientes en el terreno de la cultura, el ocio, los espectáculos, el deporte y la gastronomía que invitan a acercarse a ella muy de vez en cuando.
Barcelona se distingue universalmente por la huella de su rico patrimonio medieval y modernista. En los circuitos turísticos Barcelona exporta nombres tan conocidos como la Sagrada Familia, la Rambla o el Park Güell, La Pedrera o el Camp Nou, pero afortunadamente Barcelona es mucho más y ofrece una variedad de puntos de interés que permite al viajero disfrutar de múltiples inmersiones en la historia y tiempo de una urbe que reúne en su carácter mediterráneo una visión cosmopolita y pasional única.
Además Barcelona es una ciudad patrimonio de las personas. Barcelona pertenece a esa categoría de ciudades que trascienden a su propia naturaleza y permiten ser consideradas como propias. Barcelona es una amalgama de catalanes convencidos, hijos de emigrantes andaluces, jóvenes europeos y crecientes comunidades de extranjeros.
Más allá de su condición de gran ciudad, lo cierto es que Barcelona presenta acontecimientos a los que prestar atención en el calendario. Es una meca del cosmopolitismo mientras sus fiestas ofrecen la posibilidad de disfrutar de las mejores expresiones de la cultura popular, es lugar de peregrinación de eventos especiales para moteros y aficionados a la Fórmula 1 mientras Barça y Espanyol mantienen su rivalidad deportiva, es visitada por los turistas más acaudalados del globo que caen fascinados por la belleza de su conjunto arquitectónico, la gastronomía vive un momento de auge y esplendor no conocido anteriormente, la moda, el teatro y los espectáculos se suceden semana a semana…
Barcelona no parece necesitar un tiempo especial para ser visitada. La Ciudad Condal admite visitas en cualquier época del año. En vacaciones prolongadas, escapadas cortas o de duración determinada, cualquier momento parece bueno para visitar Barcelona. En la Ciudad Condal las cuatro estaciones tienen cabida. Gracias a su cercanía a los Pirineos ofrece esquí y escapadas de invierno. Es en otoño y primavera cuando Barcelona luce en todo su esplendor y permite ser descubierta al natural, en la cotidianeidad de la ajetreada vida barcelonesa. El verano garantiza diversión con las propuestas de ocio diarias y nocturnas más atractivas e intempestivas. Y por supuesto su privilegiada ubicación frente al Mar Mediterráneo también asegura días de playa y sol.
Hoy en día, acercarse unos días a Barcelona es fácil, muy fácil. Ardiente, cosmopolita, modernista o mediterránea disfruta de Barcelona y el mundo de posibilidades que te ofrece.
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